segunda-feira, 20 de maio de 2013

Um olhar espanhol sobre as ações corporativas da Acciona e suas semelhanças com o Grupo EBX


Acabo de receber um interessante material de um colaborador deste blog que conhece a nossa região, mas que está atualmente de volta às suas atividades profissionais na Espanha. O relato que segue abaixo mostra de forma cabal as práticas da multinacional espanhola Acciona que, por um lado, diz ter preocupações com as repercussões socioambientais de suas atividades mas que, por outro, incorre nas mesmas práticas de aparelho de Estado em seu benefício.

Além disso, o relato nos traz provas cabais de que a Acciona possui uma relação bem próxima do banco BTG Pactual em outros países, o que serve para explicar a proximidade para lá de corriqueira entre a Acciona e o Grupo EBX. É que nos frigir dos ovos, todos essas corporações estão juntas e misturadas.

Essa reflexão também ajuda a jogar luz sobre o estranho paradoxo que foi detectado no pagamento de meses de trabalho a um conjunto de operários que sequer sabiam onde o Porto do Açu ficava.

Em suma, esse é um material que deve e merece ser lido, pois apesar de falar mais sobre as operações da Acciona em território espanhol, nos ajuda a entender melhor o que se passa em nossa próprio canto do mundo. No final, a ação globalizada das corporações sempre acaba colocando o ônus sobre o Estado e, principalmente, os pobres.


Sobre Acciona 


Estimado Marcos,

Muchas gracias por la información sobre el Porto de Açu que me vas enviando cuando consideras algo de interés; tus correos me facilitan enormemente el acceso a la información.

Como Acciona es una multinacional “española” y aquí la tenemos un poco más cerca, he recogido alguna información al respecto de la misma que tal vez te pueda interesar.

En principio Acciona tiene una clara seña de identidad ubicada en la protección del medio ambiente y la sostenibilidad; en este sentido intenta presentarse como una empresa socialmente responsable y diferenciarse del resto. Pero lo cierto es que la manera de actuar de Acciona no se diferencia demasiado de las políticas de otras grandes empresas, ni siquiera de aquellas que en principio no están volcadas al cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad.

He intentado recoger puntos de conflicto con el propio discurso de la empresa, en lugares distintos y en momentos diferentes, para poder tener un reflejo más cierto de su praxis más allá del discurso.

Así, he recogido tres ejemplos sucedidos en España al respecto de acciones que dan lugar a un impacto ambiental evitable. Te los pongo en orden cronológico:


http://elpais.com/diario/2006/09/17/andalucia/1158445328_850215.html Expediente de la Consejería de Medio Ambiente a Acciona por el vertido de residuos en el paraje protegido, el Parque Natural de la Bahía de Cádiz.


http://ultimahora.es/menorca/noticia/noticias/local/el-gobierno-ordena-a-acciona-restituir-el-fondo-marino-destruido-por-la-desaladora.html Denuncia ante la Fiscalía por el Gobierno de Menorca a Acciona por vertidos de bentonita en las aguas de Cala Blanca con daños irreversibles el medio marino.


Como se ve, Acciona a pesar de su imagen, articula las políticas económicas como cualquier otra empresa multinacional dentro del actual sistema, trasladando los costes medio ambientales –externalidades negativas- de su actividad productiva a la sociedad; siendo esta última la encargada de afrontar los costes generados por el restablecimiento del medio ambiente (en el mejor de los casos, si el daño no es irreversible).

Así, vemos que dentro del actual sistema mecanismos económicos que tratan de internalizar estas externalidades (dentro del famoso lema “el que contamina paga”), no presentan un impacto real dentro del desarrollo de la actividad de las empresas, y por ende, no resulta efectivo a la hora de evitar que la sociedad asuma los costes de contaminación y otro tipo de externalidades generados por la actividad de las grandes empresas; que acumulan dentro de sus beneficios, también esa parte de coste que asumen los ciudadanos.

La medida más habitual que se suele tomar para el control de potenciales impactos medioambientales –externalidades negativas- puntuales, son los llamados impuestos correctores o impuestos pigouvianos. Una modalidad habitual de estos son las multas, que es lo que suele suceder en casos de denuncia como los expuestos a modo de ejemplos.

La modalidad de controlar la contaminación mediante multas, es una solución basada en el mercado, que se ciñe al principio de hacer que una actividad realizada por una empresa que pueda producir contaminación –u otra externalidad negativa- no sea económicamente rentable para la misma. Si bien esto podría presentarse como una teoría válida, vemos como en la realidad de nuestro actual sistema, la praxis se aleja enormemente de la teoría; señalándola como equivocada, porque no funciona.

En verdad, si la teoría tuviese un sustento en la realidad –algo obligado- válido, cabria preguntarse al respecto de empresas como Acciona o como la OSX; ¿por qué siguen contaminando? La respuesta esta en el balance de costes y beneficios que hacen estas empresas de manera cotidiana.

Aunque a estas alturas de supuesta concienciación medioambiental parezca imposible (al menos eso se nos quiere hacer creer desde esta Europa más viejita que verde), lo cierto, es que las empresas miden la posibilidad de que sea sancionada su conducta (el deterioro del medio ambiente) y la cuantía de esa sanción. Para esto van al histórico de multas y a la jurisprudencia, a la vez que se asesoran sobre la presión social que hay respecto en un tema determinado; algo que habitualmente tiene incidencia en la cuantía de la multa. Con esto la empresa hace una estimación media del coste que tendrá que asumir en el supuesto de que la denuncien (por ej. a causa de un vertido tóxico a un río) y la probabilidad de que descubran (por ej., de cada 100 veces que se realiza el vertido, cuantas tiene que pagar multa). Una vez recogida la información, la empresa hace un cálculo del coste anual que le supone contaminar, y si este es menor que el beneficio que obtendría si no contaminase (que suele ser lo habitual), la empresa contamina sin ningún pudor; asumiendo ese coste –que para la empresa es un beneficio- el conjunto de la sociedad.

Lo cierto, es que uno de los primeros problemas que encontró la implantación de estas medidas, fue la falta de formación de los jueces, quienes aplicaban multas menores a las debidas (basadas en un calculo coste-beneficio para impedir la rentabilidad de contaminar) puesto que las cuantías propuestas les parecían exageradas.

Más allá de esto, existe otro problema (entendemos que el de la formación o acceso a la información correcta de los jueces es subsanable), que es el de la presión que ejercen estas empresas a nivel político; el cual se traduce en la legitimación vía política de sus actuaciones y la inaplicación de multas o que su cuantía sea pequeña en comparación a la funcional. Se puede decir así, que estas grandes empresas utilizan el Gobierno como una especie de “escudo” de sus dudosas prácticas.

Los contactos políticos se unen a la falta de transparencia y una constante de irregularidades de las multinacionales en los distintos países donde operan. Un ejemplo en el caso de Acciona en España, es la investigación abierta por la adjudicación de la gestión de Aguas Ter-Llobregat (privatización de un bien público como es el agua):



http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/11/28/catalunya/1354135390_929164.html




Aquí, se puede intuir algo que en nuestros días ha pasado a ser una práctica habitual: el uso del aparataje del Estado por las empresas; algo que no deja de ser una intervención directa del Estado en el mercado.

En el ejemplo, el Presidente del Consejo Asesor de Desarrollo Sostenible (CADS) de la Generalitat de Catalunya, resulta ser al mismo tiempo miembro del Consejo de administración de Acciona, tiene vínculos con otras de las empresas que intervienen en la adjudicación y a la vez presenta una estrecha amistad con el Consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya. La “complejidad” y las tupidas redes de contactos que suceden alrededor de las grandes operaciones de estas empresas, arrojan una opacidad que no sólo ocultan la realidad, sino que también hacen que lo simple y lo transparente reluzcan con más fuerza. Así, ¿Cuál es el motivo por el que es tan complejo acceder a la información real de las tomas de decisión en concesiones hechas a estas grandes multinacionales? Podemos entrever por la poca trascendencia que ofrecen las tupidas redes de contactos y los mecanismos de presión de las empresas, que el Estado en demasiadas ocasiones es una herramienta que les permite saltar por encima de los intereses de la sociedad.

Respecto a la noticia referente a la extraña actuación de la empresa con trabajadores, incluso en ocasiones con la ilógica forma de actuar de pagarles sin ejercer su profesión; lo cierto es que habitualmente detrás de estas formas suele haber una justificación económica. Aquí te pongo un ejemplo (más evidente que el que expones en tu correo), en el que se utiliza a los trabajadores de una obra para participar en dos concesiones de obras públicas (algo evidentemente ilegal) y otro en el que la empresa presenta un ERE (Expediente de Regulación de Empleo; que supone un coste a las arcas del Estado) a pesar de tener beneficios; en este último caso, aprovechando esta crisis que parece todo legítima:




Los gastos de Acciona en publicitación y orientación de la opinión ciudadana son enormes, mas con estos se pretende obtener una legitimación que le genere a la empresa unos elevados beneficios. Acciona como otras muchas grandes multinacionales dedicadas al medio ambiente, presenta un foco de actuación con un objetivo claro: la privatización de los recursos naturales del planeta. Así Acciona está siempre presente en foros como Rio+20, Cumbre Mundial sobre Sostenibilidad,...; lugares que en principio fueron concebidos para cuidar el medio ambiente, y al que acuden las grandes multinacionales para cuidar su negocio.

Te envío un perfil del responsable del marketing de Acciona y un ejemplo de la privatización que en España se esta haciendo del agua:




Para terminar, sólo señalar que esta tupida red de empresas y contactos, siempre ofrece sorprendentes coincidencias en sus alianzas. Así, en el caso de la importante concesión de la gestión de Aguas Ter-Llobregat, Acciona se presentó al concurso junto con el banco brasileño BTG Pactual, un banco ligado al grupo EBX. Estas son las referencias:




Espero que la información te sea útil, y al menos si no es ahora, lo sea en un futuro.

Un fuerte abrazo desde España.